Un estudio revela los potenciales beneficios del consumo moderado de cerveza sobre la microbiota intestinal
La cerveza es una de las bebidas más consumidas en el mundo y contiene una variedad de nutrientes y compuestos beneficiosos, como antioxidantes, productos fenólicos, vitaminas del grupo B, minerales (selenio, silicio, potasio), fibras solubles y microorganismos. Un reciente estudio ha revisado cómo estos componentes pueden influir positivamente en la microbiota intestinal, que desempeña un papel crucial en la salud general del individuo.
El estudio titulado ‘Cerveza y Microbiota: Caminos para una Interacción Positiva y Saludable’[i] ha revelado que el consumo moderado de cerveza, tanto con alcohol como sin él, puede tener efectos positivos en la salud al estimular el desarrollo de una microbiota intestinal saludable. La investigación se centra en cuatro componentes clave presentes en la cerveza: microorganismos, polifenoles, fibra y melanoidinas, y cómo estos interactúan con la microbiota intestinal. Además, se exploran las posibilidades de desarrollar cervezas fortificadas con efectos mejorados sobre la microbiota.
Los investigadores han identificado cuatro componentes principales en la cerveza que interactúan con la microbiota intestinal:
- Microorganismos: Aunque la mayoría de los microorganismos son eliminados durante la pasteurización de la cerveza, las nuevas variedades sin pasteurizar podrían contener cepas con efectos probióticos beneficiosos para la microbiota intestinal.
- Polifenoles: Estos compuestos, presentes en la cerveza, promueven el desarrollo de la microbiota intestinal y tienen efectos antiinflamatorios y antioxidantes locales. Además, sus productos de degradación tienen una acción prebiótica que puede combatir la disbiosis intestinal.
- Fibra: La cerveza contiene fibras dietéticas, como carbohidratos no digestibles (β-glucanos, arabinoxilanos, polímeros de manosa y fructosa, entre otros), que sirven como sustrato nutricional para la fermentación por parte de la microbiota intestinal.
- Melanoidinas: Estas sustancias, similares a la fibra debido a su baja digestibilidad, confieren a la cerveza propiedades antioxidantes y antibacterianas, lo que también puede beneficiar a la microbiota intestinal.
El estudio concluye que la cerveza tiene un gran potencial para convertirse en un alimento funcional en el futuro. Desarrollar cervezas fortificadas con mayor contenido de fibra, antioxidantes y probióticos, y con un contenido alcohólico muy bajo o nulo, podría contrarrestar la percepción negativa del consumo de cerveza y eliminar los efectos negativos del alcohol, al mismo tiempo que se potencia una acción positiva sobre la microbiota intestinal. Este estudio ofrece una perspectiva prometedora sobre cómo la cerveza, consumida de manera moderada (200ml las mujeres adultas sanas y 400ml los hombres adultos sanos), podría desempeñar un papel en el mantenimiento de una microbiota intestinal saludable.
[i] Zugravu CA, Medar C, Manolescu LSC, Constantin C. Beer and Microbiota: Pathways for a Positive and Healthy Interaction. Nutrients. 2023 Feb 7;15(4):844. doi: 10.3390/nu15040844. PMID: 36839202; PMCID: PMC9966200.