
FRUTAS Y VERDURAS DE TEMPORADA EN PRIMAVERA: MÁS SABROSOS Y MÁS SANOS
En España podemos presumir de muchas cosas y entre ellas, sin duda, se incluye nuestra preciada Dieta Mediterránea de la cual hacemos gala a cada momento. Además, nos permite no sólo mantener una alimentación equilibrada y completa, sino un estilo de vida saludable en todos los sentidos. Si por algo destaca la Dieta Mediterránea es por la cantidad de frutas y verduras que recomienda gracias, en parte, a la vasta producción de estos alimentos a nivel nacional, así como su gran calidad.
Los beneficios en nuestro cuerpo de estos dos grupos de alimentos son innumerables y su falta de procesado y añadiduras químicas lo ratifican como alimentos muy recomendables. Entre los aportes nutritivos de fruta y verduras encontramos: vitaminas, hierro, antioxidantes, proteínas, grasas buenas, fibra, potasio… La variedad de nutrientes que nos aporta es muy complicada de encontrar en otros alimentos y los convierten en pilar fundamental de cualquier dieta saludable.
Vamos a hacer un repaso de las frutas y verduras de temporada, que son la mejor opción por una doble razón: su madurez óptima otorga el mejor sabor posible al producto y sus nutrientes están en su punto álgido debido a esa madurez por lo que son más fácilmente asimilables en nuestro organismo. Estos son los de marzo:
- Cebolleta: contrariamente a lo que popularmente se piensa, no es una cebolla inmadura pues pertenece a otra familia distinta. Algo más dulce que la cebolla, aunque no tanto como el cebollino, se puede incluir en deliciosas recetas de nuestra Dieta Mediterránea: parte de un sofrito, cruda para ensaladas, en brochetas horneadas con carne… Sus beneficios son innumerables pues ayuda a estimular el sistema inmune, regula niveles de colesterol o ayuda a la fortaleza de los huesos.
- Lima: Aunque pertenece a la misma familia de cítricos que el limón, cuenta con algunas particularidades que lo distinguen de su hermano amarillo. La lima es más pequeña, verde y ovalada y, aunque cuenta con una buena cantidad de vitamina C, la del limón la dobla. Su alto contenido de ácido cítrico funciona como potenciador de la vitamina C, antioxidante, así como desinfectante. Por otro lado, gracias a su potasio, su mineral más abundante, regula el agua de las células, la actividad muscular y refuerza el sistema nervioso. Se suele utilizar de aderezo y acompañante tanto en ensaladas como en pescados o pollo, así como en bebidas refrescantes.
- Fresas: una de las frutas más socorridas y populares de nuestro país, con un sabor dulce y una textura suave que hacen de la fresa un amigo de todos. La fresa es un alimento muy rico en carbohidratos y fibra, así como en Vitamina C y distintos ácidos, como el cítrico o salicílico. Estos aportes ayudan al aparato digestivo, funcionan como antioxidantes e interviene en la generación de glóbulos blancos. Comerlas con un poco de vinagre de manzana, leche o incluso en alguna ensalada, resulta delicioso.
- Ajos tiernos: en este caso sí que hablamos de unos ajos recogidos a media maduración, no de otra tipología de familia. Sus propiedades son varias y muy buenas: tienen efectos antibióticos ayudando a reforzar las defensas, ayudan a la dilatación de los vasos sanguíneos lo que optimiza la circulación y reducen la presión. Añadirlos al sofrito o cocinarlos a la plancha funciona de lujo en la cocina.
- Pomelo: un cítrico muy rico en varios nutrientes importantes incluido en muchas dietas para perder peso pero que, sin embargo, se ha de ser precavido con su uso si se padecen ciertos tipos de enfermedades (sobre todo hipertensión o patologías del estómago). Vitamina C y ácido fólico son los principales aportes del pomelo, lo que convierten a esta fruta en una estupenda aliada en la generación de glóbulos blancos y colágeno, un potente antioxidante y una fuente de energía gracias a sus carbohidratos. Comerlo como aderezo de una macedonia o como parte de una brocheta de frutas resulta muy práctico y sabroso.
La Dieta Mediterránea nos ofrece una variedad de verduras y frutas que nos ayudan mucho a la hora de mantener una alimentación completa y equilibrada, además de estar riquísimas y resultar muy ligeras. Comer verduras tanto para el almuerzo como para la cena es una magnifica opción para seguir una pauta saludable y en ella se puede encajar perfectamente una cerveza fría para acompañar, siempre si eres un adulto sano y no estás embarazada, pues el aporte calórico de la cerveza, en contra de lo creído, es muy bajo (44 kcal/100 ml) y es rica en silicio y polifenoles. Terminar con una brocheta de frutas con alguna de las aquí mencionadas se presume como un almuerzo 10.
Comparte este artículo en tus redes