Fiestas gastronómicas del verano
Se acerca el verano y qué mejor que disfrutar de sus tan afamadas fiestas gastronómicas. Saborear platos exquisitos, protagonistas de estos festejos, preparados con el arte de la cocina tradicional, es todo un espectáculo culinario. Algunas de sus fiestas más populares y de renombre internacional incluyen la Fiesta de la Almeja, del Pulpo, del Percebe y La Tomatina.
Fiesta de la Almeja
La Fiesta de la Almeja (o Festa da Ameixa) es una de las fiestas gastronómicas más exitosas de Galicia, España. Se celebra cada año, siempre el primer domingo de agosto, en Carril, una localidad del municipio de Villagarcía de Arosa, provincia de Pontevedra. Durante los dos días de celebración de la fiesta, se realizan diversas actividades, como el concurso de platos elaborados con almejas, con premios para todos los participantes y la degustación popular, entre otras. La Fiesta de la Almeja de Carril se impulsó con el objetivo de homenajear al marisco de esta zona (con fama en toda España) y divulgar la actividad marisquera, que por más de cuatro siglos ha sido el sustento de sus habitantes y la principal actividad económica de Carril, poniendo en alto el esfuerzo de quienes se dedican a ella.
Fiesta del Pulpo
La Fiesta del Pulpo o “Festa do Pulpo”, declarada de Interés Turístico Internacional, es una de las fiestas gastronómicas más multitudinarias y características de Galicia, que se celebra el segundo domingo de agosto en Carballiño (Orense) en honor al pulpo a la gallega (“Polbo á feira”), plato tradicional y básico de los gallegos. El pulpo a la gallega o “polbo á feira” consiste en cocerlo en calderos de cobre, y una vez cocido se corta en trozos, se emplata y se aliña con aceite de oliva, pimentón y sal; se sirve acompañado con vino, a la vez que los asistentes disfrutan de bailes regionales, verbenas y gaiteros.
Fiestas del Percebe
Las Fiestas del Percebe (Festa do Percebe) son fiestas patronales que se celebran en varias localidades de Galicia, durante el mes de agosto, donde se honra a la patrona de los marineros, Nosa Señora do Mar. Durante la fiesta se puede disfrutar de un variado programa que incluye actos religiosos, la tradicional procesión marítima y diversas actuaciones musicales, a la vez que se degustan percerbes y otros productos del mar, acompañados con vinos de la zona.
La Tomatina
La Tomatina, declarada en 2002 Fiesta de Interés Turístico Internacional, es una fiesta que se celebra en el municipio valenciano de Buñol, España, siempre el último miércoles del mes de agosto, dentro de la semana de fiestas de Buñol, y consiste en que los participantes se arrojan tomates los unos a los otros. Previo a la fiesta, las calles se llenan de tomates y en la plaza, entre paellas y vino, se cocina sobre fuegos de leña y se bebe hasta altas horas de la madrugada. El primer evento de La Tomatina, el «palo jabón», consiste en subir a un poste engrasado para alcanzar un jamón que cuelga en la parte superior. Una vez que alguien lo ha conseguido, se da la señal para el comienzo de la batalla de tomates. Casi 150 toneladas de tomate son lanzados, durante exactamente una hora, entre la multitud congregada, quedando toda la plaza teñida de rojo y exhibiendo verdaderos ríos de jugo de tomate. Antes de lanzarlos, los tomates son aplastados para que no dañen a nadie, y los participantes se protegen con gafas protectoras y guantes. Los tomates proceden de Xilxes (Castellón), donde son menos costosos y se cultivan específicamente para estas fiestas, ya que su sabor no resulta adecuado para el consumo.
Maridaje y consumo de bebidas fermentadas
Durante los días de celebración de estas fiestas gastronómicas es frecuente el consumo de bebidas fermentadas como vinos, cervezas, sidras y cava, sobre todo acompañando a los alimentos protagonistas de estas celebraciones. El maridaje (acompañamiento de un alimento con una cerveza o un vino) permite crear sensaciones nuevas, tanto en la degustación de la bebida fermentada como de la comida con la que lo acompañamos. En muchas culturas la cerveza y el vino suelen ser el complemento perfecto de la comida, donde cada plato debe ir acompañado por una clase de vino en particular o un tipo de cerveza
Así por ejemplo, los vinos generosos (vinos que han sido fortificados o fortalecidos para aumentar su estabilidad y su graduación alcohólica) acompañan bien un aperitivo. Por su parte, los vinos tintos ligeros (jóvenes) acompañan muy bien al cordero asado, a la carne de ternera, a la de ave, las pastas, las verduras, la paella, los embutidos, los huevos fritos, el jamón y las sopas con base de carne; y los vinos tintos de cuerpo (crianza, reserva, gran reserva) van muy bien con los guisos y los estofados, el buey, los platos a base de caza, las legumbres, y los quesos fuertes y fermentados. Así mismo, los vinos blancos secos son los acompañantes ideales de los calamares, los pescados cocidos en general, los fritos o asados, el centollo, la langosta cocida con mayonesa, el jamón, las chuletas de cordero, los caracoles, las sopas con base de pescado y los huevos; mientras que los vinos blancos secos ligeros son complemento perfecto de las ostras, la langosta a la plancha, los langostinos, las gambas, los cangrejos de río y los mariscos en general. Los vinos dulces son excelentes para acompañar los postres con chocolate, los hojaldres y los bizcochos; y los cavas, por su parte, pueden utilizarse a lo largo de toda la comida con independencia del tipo de plato.
La cerveza presenta una serie de características que hacen que su combinación con platos a base de pescado (sobre todo azul), carnes rojas, productos escabechados y verduras, sea muy interesante.
Pero realmente existen diversos tipos de cervezas y cada una combina especialmente con unos alimentos concretos. Así, se suele recomendar cerveza de trigo con los quesos curados, hamburguesas de calidad y con tortilla de patata, y en quesos muy curados se sugiere, a veces, tomar ciertas cervezas negras. Por otro lado, el chocolate de calidad podemos maridarlo con cerveza negra y cerveza de abadía (también para dulces) y para la carne de ternera, las “parrilladas” y las verduras de temporada, las cervezas lager ligeras.
En platos en los que prima el picante (típicos platos mexicanos, por ejemplo) las cervezas IPA son ideales y para acompañar carnes como cordero; las cervezas Ale. Para los risottos algunos expertos proponen cerveza Ale tipo abadía y para el jamón ibérico, embutidos de calidad y la pasta italiana de calidad, la cerveza lager extra. La cerveza lager envejecida se suele proponer para exquisiteces como foie y anchoas y, en el caso, de pescados y sushi una cerveza de trigo como la blanche.
Escrito por: Dr. Ramón De Cangas. Dietista-Nutricionista y Doctor en Biología Molecular y Funciona
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