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Cinco aportes nutricionales de la cerveza que no conocías

por Ascensión Marcos, profesora de Investigación y directora del grupo de Inmunonutrición del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)

Muchas veces consumimos alimentos y bebidas durante años sin conocer en profundidad de qué están hechos y qué sucede en nuestro cuerpo cuando los ingerimos. La educación en cuanto a alimentación y nutrición es esencial para ganar conciencia en cuanto a nuestros hábitos y generar resultados satisfactorios y de bienestar en nuestro organismo.

La cerveza es una de las bebidas más consumidas por los españoles, pero, ¿realmente conocemos en profundidad los componentes y lo que aporta esta bebida al cuerpo? ¿qué estamos dándole al organismo cuando consumimos un tercio de cerveza? Después de leer este post, entenderás por qué forma parte de la Dieta Mediterránea[1].

La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), incluye en la Pirámide de la Alimentación Saludable [2] – principal referencia en materia nutricional de nuestro país – las bebidas fermentadas (cerveza, vino, cava y sidra) de forma opcional y moderada. Esto significa que, si te gusta la cerveza, consumirla de forma moderada (1 tercio al día para las mujeres y 2 tercios al día para los hombres) podría aportar ciertos componentes a tu organismo que posiblemente no conocías.

1. Antioxidantes y antiinflamatorios  

La cerveza contiene una cantidad significativa de polifenoles, provenientes del lúpulo, uno de los ingredientes de esta bebida fermentada. Los polifenoles son sustancias con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que, junto a otros factores, podrían contribuir a retrasar el envejecimiento del organismo y a mejorar la salud cardiovasculares[3].

2. Vitaminas. Sí, vitaminas.

La cerveza es una fuente de vitaminas B, es decir, niacina, riboflavina (B2), piridoxina (B6), cobalamina (B12) y vitamina B94, mejor conocida como ácido fólico, esencial para el sistema nervioso y la regeneración de las células, que ayuda también a regular los niveles de homocisteína, factor de riesgo en enfermedades cardiovasculares.

Un consumo adecuado de ácido fólico es recomendado, por ejemplo, durante el embarazo porque disminuye el riesgo de malformaciones en la médula espinal del feto y previene gran parte de los defectos del tubo neural en el nacimiento. En concreto, la cerveza contiene solo 3 microgramos de ácido fólico por cada 100 ml[4]. Pero hay que recordar que, en el caso de embarazo y lactancia, si se quiere consumir una cerveza, ésta debe ser sin alcohol para evitar problemas en el desarrollo fetal y del bebé.

3. Fibra soluble

La fibra soluble es un elemento del que se habla poco pero que podría ayudarnos a evitar el estreñimiento y contribuir a la disminución de la hipercolesterolemia o, como mejor lo conocemos “colesterol alto”. La cerveza es la bebida de nuestra dieta que aporta una mayor cantidad de fibra soluble[5] de manera que, su consumo moderado podría ayudarnos a cubrir los requerimientos de ese componente en nuestro organismo.

4. Agua

Parece un concepto básico que la cerveza esté compuesta de agua, pero ¿sabías que la cerveza tiene un contenido de agua que ronda el 90%? Este es, en definitiva, un ingrediente que define su calidad y su carácter. El agua y sus sales influyen también en el sabor de cada tipo de esta bebida.

5. Minerales

Silicio, magnesio, fósforo y potasio son minerales presentes en la cerveza, según estudios de la Universidad de Extremadura[6] y del King’s College of Londres[7]. Estos componentes podrían estar involucrados en los procesos de prevención de enfermedades óseas, disminución de riesgo de la enfermedad de Alzheimer y la mejora de los síntomas de la menopausia.

Es necesario recordar que existe un grupo de personas y algunas circunstancias en las que está desaconsejado el consumo de alcohol. En estos casos, la cerveza SIN es una buena alternativa. Por ejemplo, el consumo de cerveza SIN puede estar incluido en la dieta de personas que padecen hipertensión arterial, puesto que un botellín de cerveza “sin” al día aporta 10 mg de calcio, potasio y muy poco sodio. 

Igualmente, la cerveza sin alcohol es una opción para las mujeres consumidoras habituales de cerveza que están en estado de gestación o en periodo de lactancia. Durante estas etapas, el consumo de alcohol tiene que ser cero para favorecer el crecimiento y desarrollo del bebé. En este sentido, el consumo de cerveza sin alcohol puede ser también una alternativa saludable ya que aporta gran cantidad de agua, no supone un aumento de calorías a la dieta, ayuda a cubrir las necesidades de ácido fólico (contiene 5 µg/100ml), vitaminas y minerales, y ayuda a evitar el estreñimiento.

Por otra parte, no debemos olvidar que el uso abusivo del alcohol es uno de los principales factores de riesgo evitables de distintas patologías y trastornos. Por esta razón, para aquellos que quieren beber alcohol, la recomendación es lógicamente que sea a través de un consumo moderado, entendido como un tercio de cerveza al día para ellas y no más de 2 para ellos.

Los componentes de la cerveza y sus posibles aportes en distintas áreas de la salud tienen sentido dentro de un patrón de consumo moderado, enmarcado en el modelo de alimentación de la Dieta Mediterránea. La ciencia ha podido demostrar que nutrición, socialización y bienestar van de la mano y se complementan. Y ahora, después de conocer estos cinco aportes nutricionales de la cerveza ¿ya sabes con quién vas a compartir la que vas a tomarte hoy?


[1] Estruch R. Urpí M. Chiva G. Romero E.S. Covas, M.I. Salas-Salvadó J. Wärnberg J y Lamuela-Raventós R. M. “Cerveza, Dieta Mediterránea y enfermedad cardiovascular”. Centro de Información Cerveza y Salud. Estudio 18. Julio 2010

[2] Sociedad Española De Nutrición Comunitaria (nutricioncomunitaria.org)

[3] Valls V. Codoñer P. González-San José M.L. Muñiz, P. “Biodisponibilidad de los flavonoides de la Cerveza. Efecto antioxidante in vitro”. Centro de Información Cerveza y Salud. Estudio 14. febrero 2005

[4] C.L. Sánchez, L. Franco, R. Bravo, C. Rubio, A.B. Rodríguez, C. Barriga, J. Cubero, “Cerveza y salud, beneficios en el sueño”. Departamento de Fisiología, Facultad de Ciencias, Badajoz, España. Septiembre 2010.

[5] Goñi I, Díaz Rubio ME, Saura-Calixto F. “Dietary fever in beer: Content, Composition, Colonic Fermentability and contribution to the diet” Beer in Health Disease Prevention. 2009; 28:299

[6] Pedrera JD. Lavado JM. Roncero R. Calderón J. Rodríguez T, Canal M. Department of Nursing, University of Extremadura, Cáceres, Spain “Effect of beer drinking on ultrasound bone mass in women”. Nutrition 2009:1057-1063.

[7] Supannee Sripanyakorna, Ravin Jugdaohsingha, Hazel Elliotta, Caroline Walkera, Payal Mehtaa, Sera Shoukrua, Richard P. H. Thompson and Jonathan J. Powell, British “Silicon, ethanol  and  connective  tissue  health:  a  case  for  moderate  beer consumption” British Journal of Nutrition; Volume 91; Issue 03; March 2004, pp 403-409

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